domingo, 26 de abril de 2009

MIEDO GLOBAL


Si hasta ahora no teníamos bastante con el terrorismo, la crisis económica y el paro añadido, ahora debemos añadir un nuevo motivo de preocupación: la gripe porcina.

De todos es sabido que el miedo paraliza. Lo saben muy bien los ciudadanos norteamericanos después del 11-S. El miedo hace a los individuos débiles y facilmente manipulables. También conocía los efectos del miedo la Iglesia Católica en la larga y oscura noche medieval, en la que tan a menudo hacían cabalgar sobre el horizonte a los cuatro jinetes de Apocalipsis. Los jinetes cabalgan de nuevo y los medios de comunicación nos despiertan cada día con una alarma nueva que llevarnos a la boca.

Ahora le ha llegado el turno a la gripe porcina, de modo que, a lo mejor durante algunos días, no se hablará hasta la saciedad de la crisis y el número de parados que a todos y cada uno nos acongoja. Ahora saldremos a la calle preocupados por si el vecino, o el compañero de trabajo que ha viajado hace poco a México, no se habrá traído el virus en la maleta, o si la gripe se extenderá tan rápidamente que no le dará tiempo a la sanidad mundial a reaccionar. Y acabaremos todos llevando mascarillas como en esas películas americanas de alarmas creadas por la guerra bacteriológica, o por si el mundo al final termina siendo como en "Soy Leyenda", la película protagonizada por un Willy Smith paranoico, donde la ciudad de Nueva York es un desierto poblado por seres terroríficos contagiados por un extraño virus.

Se trata pues, de ir agotando las alarmas, pero cuidando de que siempre haya una nueva de repuesto para suplantar a la anterior, no vaya a ser que nos relajemos y dejemos de vivir angustiados. No nos queda más remedio que levantarnos cada día echarnos el miedo a la espalda y seguir viviendo, porque ante esos supuestos peligros nada podemos hacer. De modo que al miedo, le debemos añadir el sentimiento de impotencia, porque, ¿qué podemos hacer nosotros frente a la crisis, el terrorismo, la gripe aviar (que ya parece que ha dejado de ser amenaza) o la porcina? Nos acostumbraremos a vivir con el miedo que circula libremente por el mundo, pues ahora además, el miedo como todo, es global.

sábado, 18 de abril de 2009

Dudas



Voy pisando cristales

con mis pies desnudos.

Se esfuma la promesa

de los días azules,

y el tiempo se demora

en ilusiones perdidas.

Nos hemos asomado al abismo

vulnerables y solos.

No sólo es vértigo

lo que se anuda a mi garganta,

desenredar la maraña de las dudas

no es fácil.

Me siento muda frente a la pared,

tu indiferencia me asusta

y el miedo sangra.

domingo, 12 de abril de 2009

VUELTA A CASA


Todavía me encuentro un poco colgada, todavía escuchando el rumor del mar que me ha acompañado durante algunos días.
Lo bueno de marcharte por un tiempo es volver y encontrarte con tu casa, con los seres queridos de los que te has separado, con tu perro...Pero luego viene otra vez la rutina, el trabajo, los problemas que has dejado colgados del perchero antes de salir.
Se estaba muy bien en el Sur. La primavera más adelantada y una tierra cálida y familiar, con unas gentes que se pasan el día en la calle, tomando vinos y charlando, que no parecen tomarse casi nada en serio, ni siquiera la Semana Santa. Pasear al lado del mar, sentarse en la arena es todo un espectáculo. Ver a los niños jugando a ser niños, inventando formas de divertirse con lo que encontraban a mano. Asistir al desfile de seres humanos de todas las edades, étnias y fisonomías más diversas te libera de toda clase de complejos. Acercarse a conocer pueblos blancos acostados sobre las montañas, repletos de flores en sus paredes encaladas, de árboles exóticos y calles empinadas cuya luz al mediodía es una promesa de alegría para el visitante, una experiencia inolvidable.
He vuelto a encontrarme con el mar. Me he entretenido escuchando su monólogo milenario, su relato ambiguo que acerca y aleja a las dos orillas. Me ha contado su historia antigua de hombres que arriesgaron su vida por llegar al otro lado, por recoger sus frutos, o sus tesoros escondidos. En sus costuras pespunteadas de encaje, están escritas historias de naufragios, de sueños rotos, de castillos en la arena que realizaron niños de todas las épocas. He visto la Luna llena de Jueves Santo bañándose cómoda en unas aguas tranquilas, y me he sentido en paz.
He pasado buenos días disfrutando de cada mommento, como si la vida se me pudiera acabar en cualquier instante. Y aquí estoy de nuevo con mis recuerdos.

sábado, 4 de abril de 2009

VIAJE



Aprovechando estos días de Semana Santa voy a hacer una escapadita de unos días hacía el Sur. Tengo muchas ganas de cruzar Despeñaperros y acercarme al mar. No van a ser muchos días, pero si los suficientes para desconectar de la rutina, despertar los sentidos con la luz y los aromas del Mediterraneo.
Os voy a echar de menos y espero que vosotros a mí también. A la vuelta, que será seguramente el Jueves, ya os contaré.

UN ABRAZO MUY FUERTE Y MI CARIÑO PARA TODOS

VIAJE

Aprovechando estos días de Semana Santa voy a hacer una escapadita