domingo, 29 de mayo de 2011

PUERTA DEL SOL / PLAZA DE CATALUNYA



Si ha habido algo que me haya devuelto la ilusión en esta primavera tan agitada, ha sido la irrupción de LA PLATAFORMA DEMOCRACIA REAL YA, más conocida por MOVIMIENTO 15DE MAYO y la bocanada de aire fresco que nos ha traído a todos los que esperábamos algo así desde hace tiempo.


El sábado anterior a la celebración de las elecciones, me pasé por la Puerta del Sol y me sentí como hacía tiempo que no me sentía en mi ciudad. Daba gusto recorrer el campamento y comprobar sobre el terreno todo lo que me habían contado: el ejemplo de civismo, democracia y buen ambiente que se respiraba por todas partes, que se traducía en rostros sonrientes, en miradas de complicidad conscientes de compartir un momento histórico sin precedentes. Disfruté leyendo las pancartas y los mensajes que transmitían y me sentí unida a esta juventud que, por primera vez ha levantado la voz para hacerse oír y manifestar que no le gusta lo que hay, que no tiene miedo y que ante un, NO FUTURO, se planta y le echa un órdago a los poderes establecidos, especialmente a los causantes de la crisis; a los políticos que se comportan como marionetas manejadas desde los mercados y que se han alejado de los ciudadanos, a quienes se les relega a depositar un voto cada cuatro años y a aguantarse con todo lo que ocurra después.


Después del descalabro ocurrido en las elecciones, con el avance de la derecha más espectacular de toda la historia de la democracia y que, por extraño que parezca, no se ha detenido a pesar de la corrupción, como si nuestro país se fuera Berlusconizando a pasos agigantados...,si no hubiera sido por lo que ha supuesto este movimiento ciudadano, a estas alturas, no sabría dónde meterme y estaría pensando pedir asilo político en algún otro lugar de la tierra que me ofreciera un panorama menos desolador.


Y qué decir de la solidaridad que el 15-M ha despertado, tanto dentro del estado, como en el exterior. Ha conseguido crear una corriente de ida y vuelta que convierte lo que pasa en Barcelona en asunto de Madrid y viceversa, esto señores, que yo sepa, no tiene precedentes. Al hilo de todo lo expuesto anteriormente, no puedo negar que me emocionó especialmente leer la pancarta que se exhibe en la foto que he elegido como cabecera de la entrada: "Si Barcelona no tiene miedo, Madrid no té por". Pensar que desde todos los estamentos se ha alimentado siempre la rivalidad entre las dos ciudades y que, sin embargo, la solidaridad frente a los mismos problemas, frente a la mala actuación de la fuerza pública, ha podido barrer de un plumazo.


Ahora, pasada la euforia de los primeros momentos, conviene sentar las bases para que esta democracia recién nacida se traslade a los barrios, a los pueblos..., para que los ciudadanos recobren el control sobre los acontecimientos políticos y económicos que les atañen; para ejercer una democracia directa y pacífica que los poderes tendrán que tener en cuenta de cara al futuro.

Este mes de mayo, además de flores, nos ha traído ilusión, optimismo y la secreta esperanza de que sí, de que algo nuevo por fin ha surgido y nada ya será igual de ahora en adelante.