domingo, 24 de octubre de 2010

AHORA




Ahora que las sombras
le van ganando la partida
a la tarde,
y las mañanas
de agosto
quedaron atrás.

Ahora que el otoño
va devorando
fragmentos de luz,
y la noche
empieza a mostrar
su larga melena.

Es cuando más
te extraño.
Y te añoro.

domingo, 10 de octubre de 2010

AMADOR




Hace un par de días fui a ver la última película de uno de mis directores de cine favoritos: FERNANDO LEÓN DE ARANOA.

Cada una de sus películas me ha ofrecido un punto de vista único y personal sobre su modo de abordar las historias. Historias que rebosan sensibilidad y originalidad por todas partes. Desde la magistral FAMILIA, LOS LUNES AL SOL y BARRIO, descubrimos a un cineasta que no se queda en la superficie de los problemas, que intenta siempre bucear a través de la realidad, para devolvernos la imagen más profunda de los acontecimientos y de los personajes. Personajes siempre de carne y hueso con múltiples aristas y matices.

El cine de ARANOA, bajo mi punto de vista, es la antítesis del cine de Hollywood. No se pierde en juegos malabares, en miles de vueltas de tuerca para ofrecernos una realidad que casi siempre ronda el estereotipo y la salida fácil; por el contrario, es un cine de una sobriedad, de una desnudez y una sinceridad que nos llega como una oleada de frescura, austeridad y sensatez.

AMADOR, la última de sus películas es un ejercicio brillante de lucidez, de adentrarnos, a través de los silencios, de la mirada de sus personajes, en lo más profundo de las emociones humanas. La interpretación de su personaje principal, Marcela, llevada a cabo por la espléndida MAGALY SOLIER, me conmovió y me sedujo desde la primera escena. Su imagen proyectada sobre el cristal de de la ventana del autobús que todos los días la enfrenta a la sordidez de su vida, es la de la desolación de los que no tienen más opción que la de seguir viviendo, o lanzarse al abismo.

Fernando León no escoge actrices que sean meros objetos sexuales, anzuelos para hacer taquilla, escoge seres humanos de verdad y a través de su mirada asistimos a sus luchas internas, a sus miedos y vacilaciones como si fueran las nuestras.

No voy a contaros el argumento, porque el interés de la película va más allá de lo que ofrece la historia que se nos cuenta, tiene mucho más que ver con el compromiso, con la autenticidad, con la sensibilidad pura que ARANOA nos regala en cada una de sus obras.