domingo, 22 de agosto de 2010

REENCUENTRO


Es hermoso volver a los lugares en los que han transcurrido muchos momentos de tu vida y comprobar que permanece intacta la memoria de las personas y de los paisajes que quedaron atrás.

El reencuentro con el río, los árboles, la piedra de los edificios, el campanario del reloj que repite dos veces la hora, por si te queda alguna duda sobre el tiempo que transcurre, supone un modo de volver también a uno mismo, a la persona que has sido en el pasado y que un año tras otro regresa.

Es hermoso retomar la conversación con las personas con las que siempre te unieron lazos invisibles de afecto y conexión profunda y que quedó interrumpida por el regreso a las obligaciones, a la vida particular de cada uno, y constatar, no obstante, que sigue existiendo la comunicación: ese ir y venir fluído de las emociones, de las experiencias, de los sentimientos que resulta tan gratificante cuando es compartido.

Lejos queda ya ahora el murmullo del agua, el lamento de los árboles que adormece el viento en la ribera, la frescura de las noches de agosto, las risas, la complicidad del tiempo compartido sin prisas, con muchas preguntas por hacer.... pero siempre te vas con la certeza de que, por mucho tiempo que pase, existe un lugar y unas gentes a las que siempre te gusta volver.

23 comentarios:

Luis Antonio dijo...

También es hermoso reencontrarte en este espacio después de tan largas vacaciones que, según se desprenden de tus palabras, han sido gratificantes.

Un fuerte abrazo, Cristal, y bienvenida

Novicia Dalila dijo...

Es cierto lo que dices Cristal. Saber que hay un sitio donde siempre te vas a sentir a gusto, donde siempre eres bien recibida y que por mucho tiempo que pase, cuando vuelves, excepto en las cosas lógicas de la vida - niños que crecen, mayores que mueren... - por lo demás parece que se ha parado el tiempo, porque siempre se retoma todo donde se había dejado... A mí al menos me pasa así.

Me alegra tu vuelta, Cristal. Re-bienvenida.

Un beso fuerte

Doctor Krapp dijo...

Sin pecar de pesimista he de decir que en muy pocas ocasiones he experimentado esa sensación y no sólo porque la realidad siempre deteriora el recuerdo que siempre se embellece en nuestra mente si no también porque el tiempo va mellando paisajes, paisanajes y hasta sensaciones.

Lola Mariné dijo...

¿Y donde está ese sitio tan bonito?

Bienvenida aqui tambien, aunque no sea tan bucólico.

Feliz semana.

Miguel dijo...

A mí me encantan este tipo de reencuentros con los espacios vividos. Es algo que me hace soñar.

Besos

cristal dijo...

Sí, Luís Antonio, el título de la entrada también quiere hacer referencia a la alegría que yo también siento al reencontrarnos en este espacio después de un verano bastante ajetreado, con múltiples y variadas obligaciones familiares que, por otro lado han resultado también gratificantes.

Otro bien fuerte también para ti y gracias por tu buena acogida.

cristal dijo...

Todos necesitamos referencias, Novi, lugares que nos recuerden lo que hemos sido o lo que somos, aunque no pertenezcas a ellos, aunque no hayas nacido alli.

A mí me alegra mucho que me lo digas, muchos besos, preciosa.

cristal dijo...

No me puedo imaginar que te consideres pesimista, amigo Krapp.
Como decía un buen amigo mío, un optimista con experiencia.

Sin embargo, hay lugares y personas que sigues reconociendo a pesar del tiempo y a los que siempre deseas volver.

Besos y abrazos.

cristal dijo...

Pues ese lugar está en Galicia y se llama Allariz, Lola.

Me alegra mucho que te haya gustado.

Feliz semana y besos para ti.

cristal dijo...

Pues en ese caso puedes entender perfectamente lo que he tratado de comunicar, Miguel.

Muchos besos también para ti.

Angie dijo...

Yo estoy de acuerdo contigo. me reencuentro con muchos amigos justo en el verano, donde he crecido y donde he visto crecer a muchos otros.
Todo cambia, pero muchas veces, si cierro los ojos puedo acercar muchos recuerdos agradables. Si los trastocamos edulcorándolos mejor que mejor. A mí me encanta hacerlo.
Un día de verano escribí algo, fue un día un poco especial que me trajo justo eso, recuerdos de otros tiempos. Está por ahí pero tengo que encontrarlo. Allí no hay internet, ni radio, ni prácticamente teléfono así que es ideal para hacer otras cosas, igual por eso me gusta tanto volver allí.
Feliz reencuentro, Cristal.
Un beso.

Antonio Martín Bardán dijo...

Claro que es hermoso, Cristal, ese sitio, ese lugar es el hogar, donde nació nuestra sensibilidad, donde aprendimos a saborear el aire de la vida.

Un abrazo, y un consejo: vuelve siempre que puedas.

genetticca dijo...

Los lugares se quedan dentro de uno mismo, son uno mismo. Son espacios de tu vida que se llenaron de belleza, sensibilidad. imposible desprenderse de ellos,. Si alguna vez se regresa uno permanece intacto y se da cuenta de que el tiempo no transcurre,que somos nosotros los que pasamos en el tiempo.

Muy bello pensamiento.
saludos.

cristal00k dijo...

Ahí, muy muy cerquita crecí. Todo un privilegio que de nuevo compartimos.
Geografías amadas.
http://cristal00k.blogspot.com/2008/12/caminando-sobre-la-infancia.html
En nuestro imaginario emocional hay cosas imprescindibles ¿verdad?
Besos!

iñaki zaratiegui dijo...

volver tambien es exponerse,
a una herida no curada,
al silencio de las piedras,
a la ausencia de un amigo.
pero es hermoso volver,
pues una vez fuimos niños.

un abrazo.

cristal dijo...

Sí, Angie, esos lugares que permanecen todavía sin contaminar tienen pueden servirnos como refugio, permitiendo que de vez en cuando podamos conectar de nuevo con nosotros mismos.

Un abrazo fuerte.

cristal dijo...

Procuro volver siempre que puedo a esos lugares, Antonio.

Bajo mi punto de vista, son un refugio afectivo-emocional que nos ayudan especialmente cuando nos sentimos un poco perdidos y olvidamos quiénes somos.

Un abrazo.

cristal dijo...

Coincido totalmente con tu manera de apreciarlo, Genettica.

Bienvenida a esta casa.

cristal dijo...

Totalmente imprescindibles, amiga Cristalook.

Ya sé que te unen a Galicia lazos fuertes. Los míos no se remontan a mi propia infancia, pero sí con la de mis hijos.

Es la tierra de toda mi familia política y un lugar de referencia muy importante para mí.

Me alegra compartir lugares amados contigo.

Muchos besos también para ti.

I. Robledo dijo...

Amiga, estos ataques de melancolia solo en producen en ciertos espacios magicos...

Uno, melancolico perdido, acude cada verano al barrio obrero de la ciudad en que nacio... Y alli, ya nada es igual... Ya nadie vive alli de aquellos tiempos...

Uno tiene que llorar en silencio... Nada queda ya...

En los lugares magicos, en los pueblecitos, en las casas en el campo, todo es distinto. Allí, a veces, es como si nada hubiera cambiado...

Un abrazo, amiga. Feliz regreso...

cristal dijo...

Sí, amigo Antiqva, no es lo mismo volver a un barrio que a un pueblo, cuyas características y límites físicos le impiden crecer y cambiar su fisonomía. Las ciudades cambian, hasta el punto de volverse irreconocibles.


Un abrazo fuerte.

Blanca Miosi dijo...

Es muy agradable pasear y encontrar personas con las que se ha tenido contacto tiempo atrás, lo reflejas perfectamente en tu entrada, Cristal, te mando un cariñoso saludo desde Venezuela!

Blanca

cristal dijo...

Me ha sorprendido y alegrado este reencuentro contigo, Blanca; pero sobre todo compartir la misma sensibilidad.

Un abrazo.