sábado, 12 de marzo de 2011

JAPÓN ME DUELE




Ayer 11 de marzo nos volvimos a despertar con un nuevo sobresalto.
El país nipón se veía sacudido por un terremoto de una intensidad cercana a los 9 grados. El país que parecía invulnerable a este tipo de desastres, que hemos puesto siempre de modelo en su forma de edificar y urbanizar a prueba de catástrofes naturales, ha sido golpeado de un modo brutal.

Si no era suficiente un terremoto de tamaña intensidad, tenía que venir seguido de un Tsunami que, al parecer, ha barrido pueblos enteros.

Me duele ver esas imágenes en la televisión que parecen sacadas de una película del género, o de un videojuego. Me duelen más por la saturación que ha producido estas imágenes en nuestra retina que nos impide diferenciarlas de una realidad virtual.

Japón está además amenazado por una catástrofe nuclear y no es la primera vez.
No sé que es lo que hará falta que ocurra, para que nos demos cuenta de que no podemos jugar con determinadas energías, para que tomemos conciencia de que frente a la naturaleza, a la que no dejamos de maltratar, no somos nada.

Todo mi cariño y mi solidaridad para todas las personas de este país que en estos momentos lo han perdido todo, que han sentido de nuevo el dolor en su piel, la pérdida, sintiéndose como muñecos, tristemente zarandeados por la madre naturaleza.

22 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Comparto el sentimiento de dolor y solidaridad que manifiestas por este país, pero estoy convencido de que pocos están tan preparados en todos los sentidos para afrontar el reto de la reconstrucción. Desgraciadamente, nada se puede hacer por los que han perdido la vida y el dolor de los suyos...

Un fuerte abrazo, Cristal

Doctor Krapp dijo...

"...que han sentido de nuevo el dolor en su piel, la pérdida, sintiéndose como muñecos, tristemente zarandeados por la madre naturaleza"
Comparto tus sentimientos y subrayo el párrafo de arriba ya que creo que refleja bien el sentido de la vida del pueblo japonés después de la Segunda Guerra Mundial. Solo hay que contemplar todo ese montón de films donde sus pueblos y ciudades se ven pisoteados y maltratados por Godzillas y demás monstruos mutantes. El pueblo japonés después de Hiroshima y Nagasaki se ha inoculado de catastrofismo y del sentimiento de fatalidad.

I. Robledo dijo...

Amiga, ante la naturaleza somos tan fragiles como el cristal. Es terrible lo que ha sucedido en Japón. No hay palabras.

Tantisimo sufrimiento, tantisimo dolor...

Es cierto que no hay palabras.

Un abrazo, amiga

Darthpitufina dijo...

Siempre se ha dicho que si sucediera un terremoto en Japón, los edificios quedarían intactos debido a la ingeniería, pero nadie contaba con una catástrofe nuclear... Esperemos que logren paliar lo máximo posible este desastre.

Un beso enorme, cielo.

Lola Mariné dijo...

Tremendas las ultimas imagenes que se han visto hoy.
Estas cosas hacen pensar en lo pequeños que somos ante esa naturaleza que no respetamos.

besos

iñaki zaratiegui dijo...

Comparto totalmente tus palabras.
También a mi me duele Japón y me duele la manera que tenemos de mirar.
Ayer mi hijo mayor apagó el televisor a la primera noticia para no tener que volver a mirar las imágenes entre el regicijo de los periodistas. ¿periodistas?

Un abrazo.

Angie dijo...

Es tremendo, brutal. Ha arrasado pueblos enteros. No puedo ponerme en el pellejo de todas esas personas que de un día para otro lo han perdido todo o han visto cómo la muerte venía a por ellos sin piedad y sin previo aviso. Duele ver lo relativo que es todo.

Pues ya verás como más de uno saca beneficio de toda esta tragedia.

Besos y abrazos, Cristal.

Fermín Gámez dijo...

Verdaderamente duele lo que ha pasado y duele el exceso de regodeo en las imágenes de catástrofe que se percibe en los telediarios, tan ansiosos de crear más y más audiencia. Conozco gente que ve estas cosas y las vuelve a ver, como si no tuviese suficiente con una sola inyección de catastrofismo en la mirada.

Creo que con verlas una vez ya es suficiente para que entendamos que esto no sólo les puede pasar "a los demás" sino que en cualquier momento nos podemos ver en situaciones más o menos parecidas.

cristal dijo...

Me alegra compartir contigo los mismos sentimientos, Luís Antonio.

No me cabe ninguna duda de que los japoneses son uno de los pueblos del mundo más y mejor preparados para afrontar catástrofes, pero en esta ocasión parece que además se está complicando mucho más la situación por la alarma nuclear.

No sabemos todavía el alcance que puede tener, ni las consecuencias que se pueden derivar de un nuevo "Chernobil".

Lo que es evidente es que Japón está atravesando el peor momento de su historia desde la Segunda Guerra Mundial.

Un fuerte abrazo también para ti

cristal dijo...

Es seguro, amigo Krapp, que a ninguno nos gustaría estar pasando por la situación que está atravesando el pueblo japonés.

No me extraña nada que sean catástrofistas, sus motivos tienen.

Besos.

cristal dijo...

Por supuesto que somos frágiles. Sin embargo, parece que no somos conscientes de esa fragilidad y nos pasamos la vida desafiándola y poniéndola a prueba.


Claro que no hay palabras, ni consuelo.

Un abrazo, Antiqva.

cristal dijo...

Es que va a resultar que lo de la energía nuclear nos lo hemos tomado demasiado a la ligera.

Gracias por tus palabras Darthpitufina.

Besos.

cristal dijo...

Quizá sería el momento de tomarla realmente en serio y empezarla a respetar más, Lola.

Un fuerte abrazo.

cristal dijo...

Lo de las imágenes es brutal. Me parece espeluznante asistir casi en directo a esta tragedia como si se tratase de una película más.

Los seres humanos de otras épocas en eso eran más afortunados porque sufrían por lo que les pasaba a ellos o como mucho a los de su pueblo. Desconocían lo que rea el sufrimiento global.

Un abrazo, Izara.

cristal dijo...

Eso es lo vergonzoso y lo indignante, que pueda haber personas que estén pensando en lo que van a poder beneficiarse de una tragedia como esta.

Un fuerte abrazo también para ti, Angie.

cristal dijo...

Por supuesto que ninguno estamos a salvo de vivir una tragedia, y estoy segura de que a ninguno de nosotros nos gustaría en esos momentos tener una camarita delante.

Un abrazo, Fermín.

Miguel dijo...

Terrible. Es terrible lo que está pasando. Y desde la otra parte del mundo puedo sentir el dolor de esta gente que ha sido atrapada por la fuerza de la Naturaleza. Ni siquiera Japón, que ha capeado mil y un terremoto ha podido con esto. Somos más vulnerables de lo que nos pensamos.

Un saludo.

cristal dijo...

Lo terrible es que la situación se va complicando por momentos con las centrales nucleares.

Siempre he pensado que la energía nuclear era un arma demasiado peligrosa como para andar jugando con ella.

Al final es la propia naturaleza la que impone sus leyes a pesar de todos nuestros intentos de dominarla.

Un abrazo, Miguel.

Novicia Dalila dijo...

Me ha dado mucha pena. Siempre me dan muchísima pena estas cosas, como a todos. Es tremendo lo que ha pasado y lo que sigue pasando. El terremoto, el tsunami... y ahora las nucleares que pondrán la guinda a la catástrofe perfecta... Y siguen mostrándonos a los japoneses juiciosos, civilizados, ordenados, respetuosos.... Dignos de tanta admiración que mosquea.
No sé hasta qué punto se nos oculta la auténtica tragedia. Sigue habiendo muertos de distintas categorías. Me gustaría que se tratase a todo el mundo con la misma delicadeza. Que se respetasen igual sus muertos, sus cuerpos mutilados, sus gestos de terror, sus ojos inertes, sus miembros dispersos por el suelo... Pero no es así. Entre Haití y Japón hay una gran diferencia más allá de los 1.7 puntos de la escala Ritcher.

Un beso, Cristal

cristal dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Novi.

En esta ocasión las imágenes que nos han transmitido los medios de comunicación están siendo mucho más cuidadosas que en la tragedia de Haití.

Vivimos en un mundo tan injusto y repugnante que no tienen igual tratamiento unos países que otros.

Es una verdadera vergüenza, sorprendes por ahí cada comentario que estremece.

Un fuerte abrazo.

Edito-e dijo...

Me gustaría poder estar ciega cuando suceden cosas así, pero ni así dejaría de escuchar..., de oler y sentir. Cada día es un nuevo desastre, una portada, un tema que interesa y después se olvida. Hoy es Japón y mañana será China. Como sugería en mi post, Placebo artístico, el mundo apesta. Está bien que nos unamos para susurrarlo por la red, siendo muchos sonaría como un grito.

Muases

cristal dijo...

Tienes razón, Elisa.

Las catástrofes de todo tipo son flor de un día. Se las hace durar el tiempo justo para sacar partido de ellas y después se olvidan, se arrojan a la basura como un producto más.

Es cierto, este mundo apesta.

Besitos.