domingo, 29 de noviembre de 2009

LLUEVE


LLueve al fin sobre esta ciudad sedienta, sucia y calada con su boina de humo gris.
LLueve torrencialmente para lavar la piel adormecida de sus casas, de sus árboles, del asfalto duro y silencioso que el amanecer encontrará húmedo y brillante.

Noviembre se despide a última hora con lluvia. Un mes cada año más cálido en el que algunos insectos todavía sobreviven incrédulos. Agonizan en los parques las últimas glicinias y todo en la naturaleza se prepara para el silencio, la calma.

Hoy asoma el frío su cara esquiva al pisar la calle. El viento murmulla palabras que no quiero oír. Noviembre es un puente que une las esquinas del invierno. Se desmayan las hojas de los árboles y ejecutan en el aire su último baile antes de yacer en el suelo.

Un domingo más se termina, un noviembre más será arrancado del calendario y arrojado a la basura del tiempo que se ha ido. La lluvia se demora en el cristal y deja un reguero de gotas como lágrimas.

LLueve, aunque no lo suficiente, en este otoño áspero que, sin apenas transición, nos dejará en las garras del invierno.

Asoma ya diciembre y la obsesión por el consumo, adelantará la Navidad en las luces de las calles, en los comercios, en los anuncios, devolviéndonos un año más la engañosa promesa de una felicidad anticipada.

La lluvia borrará las huellas de mis pasos por el parque, mientras noviembre se despide, dejando el aire empapado de nostalgia.

19 comentarios:

MFe dijo...

La lluvia es lo que tiene, que nos volvemos más nostálgicos.
Preciosa manera de describirlo.

Un beso.

maracuyá dijo...

Noviembre y su diferente significado en este hemisferio...noviembre, uno de los meses más bonitos para mí, verde, colorido, largos días templados, noches al aire libre, bronce en la piel, sonidos de grillos, de chicharras, antesala del verano, de las vacaciones...el mes en que he nacido, un noviembre que este año trajo entrañables vivencias.

Para comprender tu hermosísimo texto, suplanto noviembre por mayo y me uno a vos en los sentimientos que me provoca la cercanía del invierno, la falta de luz, las ramas secas, el frío, el necesario adormecimiento de la vida...apelo entonces al refugio de mi casa, de mi intimidad, los libros entre el calor de los cobertores, los aromas diferentes en la cocina...y me entrego a la sed que me hace beber cada minuto de la vida. Aunque haya tragos más sabrosos que otros no hay que privarse de ninguno.

La Navidad ha dejado de ser, hace mucho para mí, una promesa de felicidad.

Qué coincidencia Cristal, llueve acá, llueve hace días..llueve mal, en exceso, desbordando ríos, inundando campos y obligando a muchos a abandonar sus viviendas. En otras provincias arrecia la sequía, se queman bosques; mientras la ambición humana necesita seguir talando, construyendo presas, destruyendo el equilibrio natural...dónde pensarán que van a ir a vivir los ignorantes responsables de esto???

Ánimo Cristal, la vida tiene sus ciclos...y cuando yo esté en mayo, quiero que me cuentes del tuyo, de mis recuerdos de noviembre...tan bonito como lo haces del fin de otoño.

Abrazo fuerte.

PD: Qué hermoso árbol el de la cabecera!!!

Lola Mariné dijo...

Un noviembre primaveral que se despide con lluvia empujado por el invierno, ansioso por ser el protagonista de diciembre.
Lo ha conseguido, hoy hace frío.
FEliz semana.

Doctor Krapp dijo...

Tus hermosas palabras requieren un bolero incluso el famoso de Manzanero. Es curioso, Maracuyá habla de su realidad austral lo que allí sucede en Mayo y yo tengo que hablar de la mía en el Noroeste, donde la lluvia hace como un mes que se ha instalado en nuestra vida y ahora con los temporales de la última semana se ha traído a sus amigos el viento y el rayo.

carlota dijo...

Aquí pasó tímida y sólo dejó caer unas cuantas gotas finas alguna nube distraida .

Maravillosa despedida de Noviembre :)

Un besote grande

cristal dijo...

Alma, gracias por asomar la patita por esta casa.
Me alegra que te haya gustado.
Otro beso agradecido.

cristal dijo...

Claro que sí, Mara. Ahora recuerdo mi entrada de mayo en la que hablaba de las acacias en flor y tú me hablaste de tu otoño en Rosario. A veces me olvido de que estamos tan lejos, de que nuestras estaciones son contrarias.
Ya sé que a mayor variedad más riqueza, y que todos los momentos del año tienen su encanto, pero...
Me cuesta acostumbrarme al frío, a la pérdida de luz y a los días cada vez más cortos y a la lluvia. A pesar de que soy consciente de que es absolutamente necesaria, de que sin agua no somos nada, sin embargo los días grises, sobre todo si se prolongan mucho, me entristecen.
No me refiero a que la Navidad sea una promesa de felicidad en sí misma, sino todo lo que la rodea y que se vincula con el consumo desaforado y la "supuesta felicidad" de usar y tirar que producen.
POr supuesto que el invierno tiene sus momentos dulces. Me gustan los días de cielo azul raso, aunque haga mucho frío, y salir a la calle bien abrigada y sentir el roce de la bufanda en las mejillas.
No es igual dormir sobre las sábanas en verano, que acurrucarse entre las mantas en invierno(una de las sensaciones más deliciosas de esta estación) y podría continuar la lista de las pequeñas cosas que tejen y alegran el paso de los días.
Me encantan tus comentarios, la manera de enfocar los temas, la dulzura y la calidez que denotan.
Gracias por acercarte hasta aquí y conseguir que te sienta tan próxima.
Con respecto a lo que dices de la ambición humana, hasta que no acabemos con todo parece que no vamos a parar. Me pregunto qué habrá en la naturaleza humana que la empuja hacia la autodestrucción. Hasta hace nada todavía seguían diciendo que lo del cambio climático era una invención catastrofista de los ecologistas.
Espero que siempre haya un árbol cerca donde poder cobijarnos.
Un abrazo grande.

cristal dijo...

Sí, Lola, los noviembres ya no son lo que eran. El de este año en Madrid ha sido el más cálido que yo recuerdo. Asi que nos hemos malacostumbrado y ahora el frío nos viene grande.
Un abrazo.

cristal dijo...

Si me hablas desde Galicia, amigo Krapp, tengo familia por allí y llevan tiempo sin ver el sol.
Me costaría mucho acostumbrarme a ese clima.
Un abrazo.

cristal dijo...

Carlota, guapa, gracias por pasarte. Me alegra que te haya gustado.
Otro beso grande para ti.

Luis Antonio dijo...

Dices: "El viento murmulla palabras que no quiero oír"

Pero el viento también lleva palabras que deben oirse. Yo te las he enviado. Escúchalas...y si no llegan a tus oídos, me lo dices.

Una abrazo, Cristal

cristal dijo...

Me encantará, Luís Antonio. La próxima vez que salga a la calle procuraré poner toda la atención para escuchar ese misterioso mensaje que me envías.
Besos.

maracuyá dijo...

Igual, igual quise decir de la Navidad...a veces por ahorrar palabras dejamos las cosas en el aire.

Me cuesta igual que a vos enfrentar al invierno, pero luego me voy acomodando...aunque siempre con nostalgia de la primavera y el verano.

Recuerdo perfectamente aquella entrada de mayo y tus flores blancas...fue así?

Sabés que todavía está lloviendo por acá? Nos va a crecer musguito en la piel...

Gracias Cristal, te siento muy cercana también...

Besos...mojaditos de cálida lluvia rosarina

cristal dijo...

Mara, qué delicia encontrarme un nuevo comentario tuyo.
Yo también me voy acomodando según van pasando los días. Además tenemos cerca las vacaciones de Navidad que siempre son un respiro.
No sabía que cumplías años en Noviembre, tres personas muy queridas cumplen años también en los días finales de ese mes.
Muchas felicidades y disfruta todo lo que puedas de tu primavera.
Muchos, muchos besos.

cristal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Novicia Dalila dijo...

Hola Cristal,
Vivo el otoño y viviré el invierno con la misma intensidad que tú. Ya he dicho en varias ocasiones que este tiempo me encanta. Por todo. Por los colores, por los olores... Y la lluvia también me gusta mucho, aunque prefiero verla desde casa o en el campo, cuando apenas suena y sólo se oyen las gotas golpear en el suelo hasta que desaparecen dentro de la tierra...
Es inevitable caer en un estado como de malancolía cuando se vive este tiempo "hacia adentro".
Disfrutémoslo mientras podamos.

Un beso fuerte

cristal00k dijo...

Preciosas letras para un otoño más.
Aunque yo soy de las enamoradas de la luz de Poniente, entiendo bien lo que dices. También me gusta el frío de Diciembre pero no esas celebraciones ya caducas y esa espiral de consumo absurdo que no conduce a ningún sitio.
Pero... ¿sabes? el próximo viernes espero andar debajo de esa misma boina gris en la que tu estás. Y si me da tiempo, me acercaré al Retiro a buscar ese maravilloso árbol de hace unas entradas.

Besos Tocayita.

cristal dijo...

Estéticamente el otoño es pura belleza, Novi, aunque a mí no me siente muy bien la disminución de la luz, los días grises, etc...
Disfruta tú de él todo lo que puedas.
Besitos.

cristal dijo...

Acabo de leer tu comentario, Tocaya. Hoy es sábado y probablemente no puedas leer mi comentario.
Qué pena no haberlo sabido antes que te ibas a acercar por mi tierra, hubiéramos podido concertar una cita debajo mismo del ciprés, nos podríamos haber conocido y disfrutado juntas de su presencia.
Otra vez será.
Espero que lo pases muy bien en Madrid, aunque debes tener cuidado con las zanjas.
Un beso fuerte.