martes, 22 de marzo de 2011

CEREZOS EN FLOR




Parecía que nunca iba a llegar, que el invierno no quería marcharse, pero, una vez más, la rueda gira y las estaciones se suceden unas a otras de manera nnatural.

Normalmente a mediados de febrero, cuando florecen los almendros y las mimosas, (los primeros que empiezan a anticipar el despliegue floral que se avecina), hay algo en la atmósfera, en la mayor duración de los días, que provoca una reactivación de las energías, el resurgir de una vitalidad adormecida que nos hace despertar y sacudirnos de encima la oscuridad invernal, el frío que nos hacía encogernos y nos movía a buscar cobijo en casa, cerca de la calefacción, a arrebujarnos en el sofá buscando el calor de una manta.

La irrupción de la luz y los nuevos aromas que viajan suspendidos en el aire, accionan un resorte que nos pone inmediátamente en marcha, que nos hace salir de nuestros refugios para recibir el sol, para dejarnos envolver por la profusión de estímulos visuales y olfativos que nos sorprenden desde todas partes.

Hay lugares en nuestro país, como el Valle del Jerte, que en esta época del año alcanzan su momento de mayor esplendor. Recorrer estos lugares es una experiencia inigualable y desde hace unos años se ha convertido en un lugar de culto y de visita obligada para los amantes de los cerezos.

Hace unos días pensé hacer una entrada hablando precisamente de cómo Japón celebraba la llegada de la primavera con la fiesta de los cerezos en flor, la que llaman "Hamani" o fiesta de la contemplación de la belleza. Para los japoneses la flor del cerezo representa la belleza y la fugacidad de la vida. El cerezo siempre ha sido mi árbol preferido, de modo que en este aspecto me he sentido muy identificada con la cultura japonesa.

La floración del cerezo en Japón es algo más tardía que en nuestro país y suele tener lugar en el mes de abril. La fiesta consiste en celebrar comidas con la familia, o los amigos debajo de los árboles en flor. Pienso que se trata de una tradición muy hermosa en la que se enlazan de manera armoniosa el afecto y el placer de la contemplación y el contacto con la naturaleza.

Por motivos obvios, no realicé esta entrada. Sin embargo, si hay algo en el mundo que puede transmitir un mensaje de esperanza, sin duda es la llegada de la primavera.


Recordando los versos del gran Antonio Machado:


"Mi corazón espera
también hacia la luz
y hacia la vida
otro milagro
de la primavera."

24 comentarios:

iñaki zaratiegui dijo...

Es verdad Cristal;entre las chispas que renuevan la esperanza, la llegada de la primavera es una de ellas.
¡Felices días!
Un abrazo.

Novicia Dalila dijo...

¡¡Que bonito has dicho lo de "la primavera la sangre altera"¡¡¡
Vi hace un par de meses la película "Cerezos en flor", no sé si la habrás visto... Es preciosa. Muy triste, pero muy bonita y básicamente trata la forma de tomarse la vida en Japón y lo difícilmente que los occidentales podemos comprender esa calma, esa espiritualidad en cualquier aspecto de la vida, por mundano que sea.

Un beso, Cristal

Doctor Krapp dijo...

Es curioso como la rutina estacional pueda al mismo tiempo liberarnos de los rigores de la rutina.
Todo cambia para seguir siendo igual.

Luis Antonio dijo...

Yo estoy deseando que vuelvan a cambiar la hora para disfrutar de más horas de sol por la tarde. Las estaciones nos contagian de sus esencias. El alma de la primavera y el del otoño son pura...poesía.

Me encanta la foto que has colgado.

Feliz primavera y un fuerte abrazo, Cristal

Fermín Gámez dijo...

Esa identificación, que hacen los japoneses, de la belleza con la flor del cerezo ya dice mucho de su cultura y de su sensibilidad.

No puedo dejar de pensar en estos momentos, por otra parte, lo hermosa que es también la palabra castellana, "cerezo".

cristal dijo...

A que sí, Izara. Es como si la naturaleza nos invitase a renovarnos, a "florecer" con ella.

Feliz primavera, Izara.

Un fuerte abrazo.

cristal dijo...

Los japoneses se han caracterizado, como la mayoría de los orientales, por un cultivo exacerbado de la espiritualidad, mientras que los occidentales le hemos ido dando cada vez más importancia a lo material.

No he visto la película que citas, pero me han entrado muchas ganas de verla.

Gracias por la referencia, Novi.

Muchos besos para ti.

cristal dijo...

Sí, amigo Krapp se trata de rutinas estacionales, pero no me digas que no se agradece, después del invierno la llegada de la primavera; aunque sólo sea por cambiar por unos meses.

Besos.

cristal dijo...

Me alegra mucho que te haya gustado, Luís Antonio.

Me quedé muy gratamente
impresionada cuando la encontré en Google porque conecta con sensaciones y recuerdos de infancia muy queridos.

Para mí esta época del año es la mejor y como tú bien dices, tanto la primavera como el otoño son pura belleza, pura poesía.

Un fuerte y cálido abrazo.

cristal dijo...

La palabra es tan bella como la imagen, Fermín.

Desde mi punto de vista, un cerezo en flor bajo un cielo azul es una de las mejores manifestaciones de plenitud y de belleza.

Sin duda los japoneses tienen una especial sensibilidad para apreciar la naturaleza, la prueba de ello son esta clase de fiestas.

Un abrazo.

Novicia Dalila dijo...

Yo creo que te va a encantar, Cristal. Píllatela si puedes. Es alemana y al principio parece (a mí me lo pareció) un poco sosa y lenta, pero va cogiendo consistencia según va transcurriendo la historia :D

Un beso y buen finde

cristal dijo...

Gracias, Novi.

Intentaré conseguirla.

Feliz finde también para ti.

Besitos.

Unknown dijo...

La verdad es que ver los cerezos en esta época es un espectáculo, imagino que el Jerte y La Vera tienen que ser para disfrutarlos en estos precisos días. Yo no puedo acercarme por allí, aunque me compensa y disfruto viendo el cambio de estación desde el coche, por las carreteras de otras provincias.

Me temo que a esta luna llena de los últimos días no supe sacarle provecho fotográfico.

Un abrazo,

cristal dijo...

En esta época del año no faltan temas para hacer buenas fotos. La naturaleza entera es todo un espectáculo para tu cámara Roberto.

Lo de la luna llena otra vez será.

Un abrazo.

Antonio Martín Bardán dijo...

Flores blancas, frutos rojos y un dulce y encantado aroma en el aire... Preciosa forma de entrar en la primavera, y de abrazar la nueva vida.

Un abrazo, Cristal.

cristal dijo...

Has sabido definir muy bien toda la magia y la belleza de un cerezo en primavera.

Me alegra saber de ti.

Un abrazo.

Fermín Gámez dijo...

Cristal, muchísimas gracias por tu último comentario.
He visto que no has publicado ninguna entrada nueva que comentar. Pero es un placer volver a leer este texto, tan sugerente.

Angie dijo...

La primavera es parte del ciclo de la vida y con ella florecemos, soñamos, nos despegamos de los interiores para renovarnos con la energía y vitalidad externas, nos pasa lo que al resto de seres vivos, resurgimos, nos percibimos con más vida y nos preparamos para vivirla de manera diferente a la estación anterior. Maravillosa para pasear. El sol hace que brille todo.

Un beso, Cristal, y feliz primavera, aunque llego algo tarde.

Darthpitufina dijo...

Preciosa entrada, me fascinan los cerezos, siempre los relaciono con la llegada del buen tiempo que tanto añoro durante el invierno...

Una sonrisa.

cristal dijo...

Muchas gracias a ti, Fermín por tus amables palabras.

ültimamente no tengo mucho tiempo, espero poder actualizar pronto.

Un abrazo.

cristal dijo...

Feliz primavera también para ti, Angie.

Lo mejor que tiene la primavera es ese poder de renovación que nos permite renacer de nuevo.

Un beso.

cristal dijo...

Coincidimos en gustos, Darthpitufina. Para mí, éste es el mejor momento del año.

Un beso.

Fermín Gámez dijo...

Cristal, de nuevo gracias por esas palabras tuyas, en tu último comentario. Como te digo allí, no puedo estar más de acuerdo contigo.

Entiendo lo que dices del tiempo. A mí también me pasa.

gamar dijo...

Viendo una película que pasaba por paisajes de Japón, decidí plantar un cerezo en mi jardín. Espero ansioso el brote de este año.
Besos