martes, 12 de enero de 2010

LO QUE CUESTA ENERO



Ya doblada la esquina del año que hemos dejado atrás, pasado página de los grandes días de excesos, con el estómago atiborrado de marisco, turrones y mazapanes, el colesterol por las nubes y con más azúcar en sangre que si acabáramos de ver "Sonrisas y lágrimas", enero se presenta como un largo camino que hay que recorrer con los bolsillos escasos de fondos y la mirada puesta en tiempos mejores.

Hablando de tiempo, pero en este caso meteorológico, por estos lares hemos vivido unos días como no se recuerdan desde hace muchos inviernos.
El domingo día diez, los servicios meteorológicos alertaron de la posibilidad de que se produjeran nevadas en la mayor parte del país. En Madrid sobre las cinco de la tarde empezaron a caer, primero pequeños copos que, poco a poco, fueron aumentando de intensidad. Lo más sorprendente es que no dejó de nevar hasta la madrugada. Hacía mucho tiempo que no veíamos una nevada de semejantes proporciones, hasta el punto de suspenderse las clases en la Comunidad de Madrid, medida que yo no recuerdo que se hubiera tomado nunca en los años que llevo en la enseñanza. Lo mejor de todo es que se suspendieron las clases, pero los colegios debían permanecer abiertos, con lo cual, cada uno que se lo guisase y se lo comiese a su gusto. Conclusión: el caos más absoluto.
Muchos madrileños no pudieron llegar a su trabajo, bien porque no sabían qué hacer con los niños pensando que no habría colegio, bien por la imposibilidad de llegar a causa de las malas condiciones climatológicas que dificultaron el tráfico de modo superlativo. El aspecto de la ciudad era verdaderamente insólito, parecía como si la semana se hubiese empeñado en tener dos domingos.

Dentro de las incomodidades derivadas de la nieve, amaneció el lunes 11 un día espectacular. Uno de los más bellos que yo recuerdo. A las formas artísticas que fue dibujando la nieve sobre los árboles, los tejados de las casas, las farolas y los automóviles, se añadió la luz de un sol que, finalmente pudo sobre las nubes e impuso su presencia, creando un paisaje que nada tenía que envidiarle a ninguna postal navideña. Acabábamos de quitar el árbol y todo a nuestro alrededor parecía reclamar que volviéramos a ponerlo, como si ese tiempo de Navidad se resistiera a abandonarnos.

El sol duró sólo un día. Hoy llueve de nuevo en esta ciudad y, sobre el asfalto y las aceras, se amontona un caldo gris de lo que ayer fue blancura. Hoy ya los colegios han funcionado con normalidad y ya nos hemos puesto a dieta. Hay que perder como sea esos kilos de más. Además, ¿a quién le apetece el marisco, el turrón o el mazapán? Lo que más apetece es un buen plato de lentejas y tirar hacia adelante con lo que nos quede después de gastarnos lo que nos sobró de los gastos navideños en las rebajas.

Hay que reconocer que enero cuesta.

22 comentarios:

Ildefonso Robledo dijo...

Amiga, tranquila, es cuestión de paciencia... Con un poco de paciencia la cuesta de enero termina en dias... Lo malo es que luego viene la de febrero.

¡Señor -dijo alguien- dame paciencia, pero dámela urgentemente...!

Aqui, con la nieve, el sol y el impenitente agua ha pasado lo mismo. Nunca en los ultimos 40 años habia nevado en Cordoba asi... Antes no se sabe, no habia datos...

Un abrazo, amiga

carlota dijo...

A mi no me apetecen ni las lentejas niña , sólo agua , agua ...

Vaya si cuesta enero ...


Besos niña .

cristal00k dijo...

Hummm, seguro, que a pesar de ese caos, el Retiro estaba precioso con toda esa nieve Tocaya. Lástima no haberlo visto.
Si vuelvo, que lo haré... te aviso O.K.?
Un beso.

Lola Mariné dijo...

Pues yo este año he encontrado a faltar "Que bello es vivir", no la he visto anunciada en ningun canal...la navidad ya no es lo que era.

Y de nieve en Barcelona, ni un triste copito, oiga, y con la ilusión que me hace.

cristal dijo...

Sí, Antiqva, pasé por tu tierra en Navidad y nunca había visto tal cantidad de agua en el río Guadalquivir, había zonas en las que el río se había desbordado...
Lo bueno es que este año Andalucía no tendrá tantos problemas de agua como años pasados.
Otro abrazo para ti.

maracuyá dijo...

Cristal, me encanta cuando narras los meses...cuando tus sensaciones de verano llegan a mi invierno y ahora, cuando esa postal del Madrid nevado, tan bonito en tus letras, se pinta en el agobiante calor de mi enero...qué contraste!!!
Aquí enero es vacaciones, valijas...muchos parten apenas pasado el brindis del Año Nuevo. Otros preferimos hacer "fiaca" unos días, en las reposeras bajo el sol, cerca del agua y saborerar lentamente la promesa de esos días que nos esperan en el destino elegido. Esa sensación de "tirar para adelante con lo que nos quede" llega al regreso...entre la nostalgia de los lugares vistos y vividos, del verano que se va escurriendo y el afrontar el año de trabajo que comienza, para mí, en febrero...ya sé que llegará y más pronto de lo que deseo. Ahora estoy en la recta final que me pondrá en el comienzo de un camino esperado, cocinando a full para dejar el freezer llenito y que el bebé no se vaya a desnutrir, mirando la valija de reojo y pensando, qué más, qué más?.
Este compartir de contrastes, en vez de alejar, acerca digo yo...porque podemos palpar con la gente querida los ciclos del tiempo, del clima...y saber que a un lado y al otro, al fin vivimos parecido. Ya llegaran tus tiempos mejores y mis tiempos locos...

Un fuerte abrazo, Cristal.

cristal dijo...

Me imagino Carlota que durante este mes aumentarán las consultas de los médicos.
Por agua no será, pues con lo que está cayendo...
Un abrazo guapa.

BRILLI-BRILLI dijo...

Empieza la cuesta de enero,y como cuesta!!!
Besoss

cristal dijo...

No pude visitar ese día El Retiro, porque no vivo en Madrid capital, sino en un pueblo de los alrededores, pero seguro que estaba precioso.
Si regresas a Madrid Tocaya mía, avisa y haremos lo posible por tomarnos ese café a ser posible en el mismo Retiro.
Ya te echaba de menos por esta casa.
Un abrazo grande.

Luis Antonio dijo...

Leyendo el comentario de Maracuyá, en pleno estío, y echándole un poco, más bien un mucho de imaginación...la cuesta de enero de hace más asequible.

Ánimo que ya casi estamos a mitad de cuesta y alcanzar la cumbre siempre depara un placer. Al mal tiempo, buena cara..

Un fuerte abrazo

cristal dijo...

No me extraña, Lola. "Qué bello es vivir" es todo un clásico que ambientaba aún más ese tiempo navideño y que ayudaba a subir también los niveles de azúcar en sangre.
Si te gusta la nieve tenías que haber visto lo que cayó aquí. De todas maneras, tal como está ocurriendo en los últimos inviernos, seguro que nieva también en Barcelona.
Un abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Es verdad lo que dices del día 11: la mezcla de sol y nieve creaba una luminosidad casi irreal. Ánimo con la cuesta de enero, total ya estamos casi a la mitad... Un abrazo

Angie dijo...

Hemos tenido Madrid congelado pero ha dado para hacer buenas fotos. La capa de nieve en los coches era como nunca, el año pasado ya nevó bien pero no fue para tanto.
Me ha encantado el vídeo de las recetas como colofón de las fiestas, estoy de acuerdo con las lentejas, viene bien el hierro para subir la cuesta de enero y la de febrero...
Te dejo un beso fuerte, Cristal.

cristal dijo...

Espero siempre con ilusión tus comentarios, Mara. Me transmiten serenidad y a la vez entusiasmo, y sobre todo entrega.
Puedo imaginar tu verano, pues todavía recuerdo vagamente el mío.
Como a mi no me agobia el calor, te envidio. Te veo tumbada al sol, cerca del agua y entonces desearía estar allí y compartirlo contigo.
En mi ciudad la lluvia todavía no nos ha dado tregua. Menos mal que el agua es vida, pero no se recuerda un invierno tan húmedo, quizá, en cualquier momento, nos salgan membranas entre los dedos.
Me alegra que pronto te vayas de viaje. Espero que disfrutes mucho, mucho tus vacaciones.
Te mando un abrazo fuerte y cariñoso.

cristal dijo...

Habrá que tomársela con paciencia. Menos mal que cada vez está más cerca la primavera.
Besitos, Brilli.

cristal dijo...

Sí que resulta reconfortante leer el comentario de Mara, Luís Antonio. Imaginar el verano ahora aquí en Madrid, resulta difícil.
Es verdad que cada vez cuesta menos, según se va haciendo camino, y que antes de que nos demos cuenta, tenemos ya mejor tiempo.
Un beso.

cristal dijo...

El día 11 de enero fue un día mágico. Después de la nevada de la noche, el amanecer de un día tan radiante y luminoso nos será inolvidable.
Un abrazo, Alfredo.

cristal dijo...

Sí, Angie, creo que ese día todos nos tiramos a la calle con nuestras cámaras para no olvidar la magnitud de la nevada.
Me alegra que te haya gustado el vídeo de "Vaya semanita". Nos viene bien un poco de sentido del humor, y a este equipo de la tv vasca creo que no le falta en sus programas.
Las lentejas siempre vienen bien, ¿no?
Besitos, Angie.

Tumulario dijo...

La nevada de Enero, mis hijos ( y el mayor tiene 16 años), se reunieron en casa esperando ( y deseando) que la nieve cuajase para salir a la calle.
Verles correr por el parque, olvidarse del último juego de la consola, perfecto final para las vacaciones.
Y el lunes a trabajar.
Y la cuesta de Enero, y la de Febrero.


Paciencia pronto llegará la Semana Santa

Unknown dijo...

Aquí hacía 24 años que no nevaba -Lo bien que me lo pasé yo en la BTT por esa pistas nevadas ¡Y de corto!- pero lo verdaderamente impresionante fue el viento de la noche del miércoles: Llegamos a pasar algo de miedo.

cristal dijo...

Quienes más disfrutaron de la nevada, indudablemente, fueron los niños, Tumu. Por donde yo vivo se tiraban con cartones por los terraplenes, se tiraban bolas y lo más creativo, realizaron muñecos y figuras en la nieve.
Un abrazo.

cristal dijo...

No me extraña que pasaéis miedo en Galicia con esos vientos.
ültimamente cuando no estamos en alerta por lluvia, es por nieve o por vientos
Saludos, Pirata.